Malta es famosa por muchas razones. Las playas, las vistas pintorescas, su rica cultura y la vibrante vida isleña.

Sin embargo, hay otra cosa de la que Malta puede presumir. Y es su variada escena culinaria, parte integrante de la cultura de la isla.

¿Cómo es la comida maltesa? 

Como la mayoría de las tradiciones locales, la comida maltesa es un reflejo directo y una mezcla de su situación estratégica en el Mediterráneo y de las diversas culturas que han dejado su huella en esta nación insular. 

La base de la cocina maltesa es típicamente mediterránea: hierbas, aceites de oliva, productos frescos y profusión de platos a base de marisco y carne. Las recetas se transmiten de generación en generación, lo que se traduce en técnicas culinarias sencillas pero sabrosas.

Probar la cocina local es una obligación durante cualquier viaje, así que hemos recopilado una lista de algunos de nuestros platos malteses favoritos que tiene que probar durante su próxima visita a Malta. 

1. Pastizzi

El pastizzi es uno de los platos malteses más apreciados, tanto por los malteses como por los visitantes. Estos hojaldrados y dorados pastelitos suelen estar rellenos de queso ricotta o de una espesa mezcla de guisantes. 

Puede encontrar pastizzi en la mayoría de los cafés de la isla, así como en lo que se conoce como "pastizzeria", pequeños locales o tiendas dedicados a preparar pastizzi y otros productos salados horneados. 

Los pastizzi son, sin duda, un bocado que no hay que perderse y que se disfruta a menudo como tentempié rápido sobre la marcha. 

2. Ftira

La ftira, un pan redondo y rústico, es un tipo tradicional de pan maltés que suele cubrirse con una deliciosa mezcla de tomates frescos, aceitunas, alcaparras y atún. 

Sin embargo, la ftira es un tipo de pan versátil, por lo que puedes encontrarlo con diferentes rellenos como huevo y bacon, huevo y salchicha, y muchos más. 

3. Maltés Hobz Biz-Zejt 

El Hobz biz-Zejt maltés (cuya traducción literal es "pan con aceite") es uno de los platos más apreciados de la isla.

Similar a la ftira, el Hobz biz-Zejt es un bocadillo hecho con pan maltés crujiente y generosamente rociado con aceite de oliva virgen extra. 

Los rellenos tradicionales suelen incluir tomates, alcaparras, aceitunas y queso de cabra local (llamado gbejna) - pero dada su versatilidad, encontrará diferentes rellenos disponibles. El sabor de la sencillez mediterránea y del puro placer.

4. Conejo 

En Malta, el conejo es una tradición culinaria apreciada durante generaciones. Ya sea en sabrosos guisos, marinado y frito, o en una rica salsa a base de tomate, cautiva las papilas gustativas. 

Puede que incluso se tope con la llamada "fenkata", un festín en torno al conejo. Se comparte entre familiares y amigos en reuniones especiales, fenkata capta la esencia de la vida tradicional maltesa.

5. Timpana 

La timpana es un plato salado elaborado con pasta penne envuelta en una rica masa horneada y rellena de una deliciosa salsa boloñesa. 

Normalmente se puede encontrar timpana adornando las mesas durante las fiestas y reuniones, ya que las familias y los amigos se reúnen en torno a este plato tradicional y reconfortante.

Sin embargo, este apreciado plato de pasta no se limita sólo a las ocasiones especiales. Las cafeterías y pastelerías locales también lo ofrecen con regularidad. Para los amantes de los carbohidratos, la timpana es imprescindible.

6. Bigilla

La bigilla es una salsa tradicional maltesa, un plato básico en la cocina de la isla. Los ingredientes principales son puré de judías, ajo y aceite de oliva, lo que la convierte en un elemento sencillo pero sabroso en cualquier mesa maltesa. 

Se suele degustar con pan maltés crujiente, o con un tipo típico de galletas duras pequeñas, redondas u ovaladas, llamadas "galletti". 

7. Lampuki 

El lampuki, también conocido como dorado, es una captura muy apreciada en aguas maltesas. Su disponibilidad es estacional, sobre todo a finales de verano y principios de otoño. 

Una delicia versátil, el lampuki se presta bien a múltiples métodos de cocción, como la parrilla y la fritura. 

Sin embargo, la adaptación favorita de los locales es el pastel de lampuki, un plato salado en el que el pescado se envuelve en una masa dorada, creando una auténtica experiencia que encarna los sabores del Mediterráneo.

8. Guiso de pulpo 

El guiso tradicional maltés de pulpo es un plato muy apreciado lleno de sabores mediterráneos. 

El tierno pulpo se cuece a fuego lento con una mezcla de ajo, cebolla, tomate, aceitunas y alcaparras, creando un guiso sustancioso con un rico aroma y sabroso sabor.  

Suele servirse con pan crujiente, y aúna el amor de la isla por el marisco y su herencia culinaria, lo que la convierte en un plato imprescindible para los amantes del marisco.

9. Salchicha maltesa 

Elaborada con una mezcla de carne de cerdo, sal, pimienta, cilantro y ajo, la típica salchicha maltesa tiene un sabor característico y un aroma intenso. 

Secada al aire y curada a la perfección, esta salchicha es un elemento básico de la cocina maltesa. Suele degustarse a la parrilla, frito o añadido a guisos, y aporta una sabrosa riqueza a diversos platos, reflejo de la herencia culinaria de la isla.

10. Gbejna

El gbejna es un queso tradicional elaborado con leche de oveja o cabra, y parte esencial de la cocina maltesa. 

Normalmente pequeño y redondo, este tipo de queso se condimenta y se seca al aire para conseguir su sabor característico. 

Hay distintos tipos de gbejna, de textura firme o semidura. También se condimenta con distintos ingredientes, normalmente pimienta o guindilla. 

Esta versatilidad hace de la gbejna un ingrediente dinámico, que realza ensaladas, guisos o se disfruta sola en un plato tradicional maltés. 

11. Dulces malteses 

Los dulces tradicionales malteses, un delicioso colofón para cualquier comida, reflejan la herencia golosa de la isla. 

Imqaret, una opción muy popular, presenta pasteles rellenos de dátiles, fritos hasta la perfección dorada, que ofrecen un bocado dulce y masticable. 

Los kannoli, rellenos de ricotta y fruta confitada, proporcionan una experiencia cremosa y crujiente. 

Helwa tat-Tork, una mezcla azucarada de nueces trituradas y jarabe de azúcar, se moldea en discos para obtener una golosina dulce y con sabor a nuez. 

Estos dulces suelen acompañar celebraciones y fiestas, y forman parte de la cultura de la isla. 

Un capricho con dulces malteses es un viaje en el tiempo, que preserva recetas ancestrales y difunde la alegría de los sabores tradicionales.

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